Un Nobel para la imaginación
- 8 oct 2019
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Por: Héctor González Jordán
Hay quien confunde imaginar con fantasear. Es más, quizá en algún momento todos lo hemos hecho. Al atribuir a los niños la imaginación más desarrollada, en estricto sentido nos estamos refiriendo a su capacidad para visualizar mundos e imágenes imposibles.
La imaginación, capacidad de operar las facultades mentales en términos de posibilidades, también es una herramienta que nos puede permitir resolver los problemas personales, laborales y cotidianos de manera original y asertiva. Cuando el filósofo alemán Friederich Nietzsche escribió: “El mundo real es mucho más pequeño que el mundo de la imaginación”, créeme no se refería a construir castillos en el aire, sino a la posibilidad de ampliar nuestro horizonte o campo de acción para afrontar la realidad.
Del 30 al 4 de octubre se realizó el 85 Congreso Internacional de PEN Internacional, en Manila, Filipinas. El organismo presidido por Jennifer Clement, reúne a periodistas y escritores de casi todo el mundo preocupados por los derechos humanos y la libertad de expresión.
Durante las sesiones se eligieron a los nuevos vicepresidentes: el autor turco Orhan Pamuk, Premio Nobel de Literatura 2006; la escritora mexicana Elena Poniatowska, Premio Cervantes 2014; la escritora y periodista bielorrusa Svetlana Alexiévich, galardonada con el Premio Nobel en 2015; la autora argentina Luisa Valenzuela y el filipino, Frankie Sionil José.
¿A qué viene todo esto seguramente te estarás preguntando? Pues bien, durante el Congreso se presentó el Manifiesto por la Democracia de la Imaginación. Cito el documento: “PEN afirma que la imaginación permite a los escritores y a los lectores transcender su propio lugar en el mundo y abrazar las ideas de otros. Ese lugar, para algunos, ha sido la cárcel, dónde la imaginación se convirtió en el camino de la libertad interior y, a menudo, de la supervivencia”.
La importancia del texto no es menor y tiene mucho que ver con el sentido de la frase de Nietzsche, pero también con las ideas que aquí hemos desarrollado. El mensaje firmado por algunos de los intelectuales más respetados del mundo, en realidad nos invita a considerar a la imaginación una herramienta esencial para hacer de nuestro entorno un sitio mejor y donde todos seamos más libres y plenos.
Si la vía que hemos seguido en los últimos años, nos ha llevado a la situación que vemos todos los días, ¿qué esperamos para hacer algo? La invitación de los Nobel está ahí para que nos sumemos y desde la casa, el salón de clase y el trabajo, contribuyamos con nuestro grano de arena. Si conseguimos hacer de la educación y el conocimiento los cimientos de nuestra imaginación, te aseguramos, estaremos del otro lado. ¿Qué dices?
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